Centro de Investigación y Desarrollo de la Estampa Digital
Javier Blas Benito
La pre-historia digital en España
A mediados de los noventa del pasado siglo, es decir hace apenas seis años -una eternidad desde la perspectiva de la implantación y desarrollo de las tecnologías digitales en el país-, el ingeniero y pintor Manuel Franquelo insistía en las interesantes potencialidades de los sistemas electrónicos para producir y manipular imágenes. El desolado nivel de desarrollo de los procedimientos digitales en el campo de la creación artística dentro del panorama nacional había empujado a Franquelo a buscar soluciones fuera del país.
En Londres conoció a Adam Lowe y comenzó a trabajar en su taller de Crosby Row, Permaprint. Franquelo encontró en Lowe -artista de impetuosa energía creadora y extraordinario técnico- un permeable y bien dispuesto receptor de sus inquietudes. La carencia en Madrid de talleres de impresión digital similares al británico Permaprint condujeron a Manuel Franquelo a proponer a Juan Carrete, entonces responsable de la Calcografía Nacional, la creación de un centro dedicado a la investigación sobre las nuevas tecnologías aplicadas al arte gráfico y la formación de artistas en sistemas alternativos de generación de imágenes. La dimensión intelectual de Juan Carrete, su intuición y su inequívoca implicación en la difusión del arte gráfico contemporáneo hicieron de él un entusiasta defensor del proyecto.
El alba digital en nuestro país
Así pues, la creación de un centro dedicado a la estampa digital iba a convertirse en uno de los objetivos prioritarios de la Calcografía Nacional. En septiembre del año 2000 la Calcografía puso en marcha un taller piloto de estampa digital con una infraestructura básica. Ese taller piloto, base para el definitivo Centro de Investigación y Desarrollo de la Estampa Digital, se concretó a partir de un proyecto incluido en el Programa de Acciones Especiales y Acciones de Política Científica del entonces Ministerio de Educación y Cultura. Desde su inicio, los objetivos del proyecto se orientaron básicamente hacia la investigación y a cubrir manifiestas carencias de centros de estampa digital dotados de apoyo y cobertura institucional.
La producción de estampas digitales está todavía sujeta a limitaciones tecnológicas. El elevado coste del proceso, inabordable para la mayoría de los artistas, dificulta la generalización de los procesos digitales. Ante tal situación, la Calcografía Nacional se propuso dar a las nuevas técnicas una atención preferente; ir mas allá en la investigación y el desarrollo del arte gráfico digital, permitiendo al artista experimentar con recursos alternativos. El propósito del Centro I+D de la Estampa Digital es la incorporación del amplio abanico de procedimientos gráficos -mecánicos, químicos y digitales- en la concepción de métodos innovadores desarrollados en proyectos específicos dirigidos por artistas. Está concebido como un espacio de convergencia entre la investigación teórica y la práctica artística, entre los métodos tradicionales de estampación y los más avanzados sistemas generativos.
Procesar, almacenar, localizar
Hay que procesar grandes cantidades de información visual y almacenadas de tal manera que puedan ser localizadas fácilmente y manipuladas con eficacia. De acuerdo con esos parámetros el Centro I+D de la Estampa Digital está interesado en las siguientes opciones:
 •Transformación y mediación de información visual.
 •Producción de imágenes tridimensionales.
 •Creación de estampas híbridas obtenidas de la combinación de fotografía táctil e impresión de color permanente.
 •Producción de facsímiles en dos y tres dimensiones, destinados a favorecer la conservación de obras de arte singulares en las colecciones de los museos.
 •Desarrollo de nuevos medios sinestésicos.
Objetivos fundamentales del Centro son también la formación de los artistas en el conocimiento y uso de los nuevos equipos y aplicaciones, así como la colaboración con galerías y museos en proyectos de conservación.
La preservación de las obras de arte custodiadas en colecciones públicas y privadas es un aspecto del máximo interés al que la tecnología digital puede aportar soluciones. Entre dichas soluciones la más inmediata es la reproducción facsímil, con un máximo de fidelidad al original, de obras en dos y tres dimensiones.
La pre-historia digital en España
A mediados de los noventa del pasado siglo, es decir hace apenas seis años -una eternidad desde la perspectiva de la implantación y desarrollo de las tecnologías digitales en el país-, el ingeniero y pintor Manuel Franquelo insistía en las interesantes potencialidades de los sistemas electrónicos para producir y manipular imágenes. El desolado nivel de desarrollo de los procedimientos digitales en el campo de la creación artística dentro del panorama nacional había empujado a Franquelo a buscar soluciones fuera del país.
En Londres conoció a Adam Lowe y comenzó a trabajar en su taller de Crosby Row, Permaprint. Franquelo encontró en Lowe -artista de impetuosa energía creadora y extraordinario técnico- un permeable y bien dispuesto receptor de sus inquietudes. La carencia en Madrid de talleres de impresión digital similares al británico Permaprint condujeron a Manuel Franquelo a proponer a Juan Carrete, entonces responsable de la Calcografía Nacional, la creación de un centro dedicado a la investigación sobre las nuevas tecnologías aplicadas al arte gráfico y la formación de artistas en sistemas alternativos de generación de imágenes. La dimensión intelectual de Juan Carrete, su intuición y su inequívoca implicación en la difusión del arte gráfico contemporáneo hicieron de él un entusiasta defensor del proyecto.
El alba digital en nuestro país
Así pues, la creación de un centro dedicado a la estampa digital iba a convertirse en uno de los objetivos prioritarios de la Calcografía Nacional. En septiembre del año 2000 la Calcografía puso en marcha un taller piloto de estampa digital con una infraestructura básica. Ese taller piloto, base para el definitivo Centro de Investigación y Desarrollo de la Estampa Digital, se concretó a partir de un proyecto incluido en el Programa de Acciones Especiales y Acciones de Política Científica del entonces Ministerio de Educación y Cultura. Desde su inicio, los objetivos del proyecto se orientaron básicamente hacia la investigación y a cubrir manifiestas carencias de centros de estampa digital dotados de apoyo y cobertura institucional.
La producción de estampas digitales está todavía sujeta a limitaciones tecnológicas. El elevado coste del proceso, inabordable para la mayoría de los artistas, dificulta la generalización de los procesos digitales. Ante tal situación, la Calcografía Nacional se propuso dar a las nuevas técnicas una atención preferente; ir mas allá en la investigación y el desarrollo del arte gráfico digital, permitiendo al artista experimentar con recursos alternativos. El propósito del Centro I+D de la Estampa Digital es la incorporación del amplio abanico de procedimientos gráficos -mecánicos, químicos y digitales- en la concepción de métodos innovadores desarrollados en proyectos específicos dirigidos por artistas. Está concebido como un espacio de convergencia entre la investigación teórica y la práctica artística, entre los métodos tradicionales de estampación y los más avanzados sistemas generativos.
Procesar, almacenar, localizar
Hay que procesar grandes cantidades de información visual y almacenadas de tal manera que puedan ser localizadas fácilmente y manipuladas con eficacia. De acuerdo con esos parámetros el Centro I+D de la Estampa Digital está interesado en las siguientes opciones:
 •Transformación y mediación de información visual.
 •Producción de imágenes tridimensionales.
 •Creación de estampas híbridas obtenidas de la combinación de fotografía táctil e impresión de color permanente.
 •Producción de facsímiles en dos y tres dimensiones, destinados a favorecer la conservación de obras de arte singulares en las colecciones de los museos.
 •Desarrollo de nuevos medios sinestésicos.
Objetivos fundamentales del Centro son también la formación de los artistas en el conocimiento y uso de los nuevos equipos y aplicaciones, así como la colaboración con galerías y museos en proyectos de conservación.
La preservación de las obras de arte custodiadas en colecciones públicas y privadas es un aspecto del máximo interés al que la tecnología digital puede aportar soluciones. Entre dichas soluciones la más inmediata es la reproducción facsímil, con un máximo de fidelidad al original, de obras en dos y tres dimensiones.
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